Nunca le digas a un corazón cerrado que debería abrirse un poco más; se cerrará con más fuerza para protegerse, al sentir tu resistencia. Un corazón se despliega sólo cuando las condiciones son adecuadas; tu exigencia de abrirse invita a que se cierre aún más. Esta es la suprema inteligencia del corazón. 

En su lugar, honra al corazón en su presente estado. Si está cerrado, deja que así sea; santifica que esté cerrado. Hazle sentir que está a salvo.Confía en que, cuando el corazón esté listo, y ni un minuto antes, se abrirá como una flor ante la calidez del sol. No hay ninguna prisa para el corazón.

Confía en su apertura y en su cerrazón, también; en la expansión y en la contracción; esta es la forma en la que el corazón respira; en la seguridad, en la inseguridad, en la seguridad, en la inseguridad; en la preciosa fragilidad del ser humano.
Jeff Foster
Arte Daniel B.Holeman